Cenicienta no era feliz con la vida que llevaba: eso de las tareas del hogar no le gustaban naaaaaada.
- Puedo invertir mis ahorritos en sacarme una carrera. Esta carrera me servirá para trabajar y trabajar hasta que me jubile. Si tengo suerte, a esa edad no estaré muerta…
- También puedo invertir mis ahorritos en un buen vestido, en un lifting, un tratamiento de belleza, peluquería… así será fácil conseguir un marido que trabaje y trabaje para mantenerme hasta que se jubile. Y si tengo suerte, a esa edad ya estará muerto…
La decisión era fácil…